5.2.11

Puede que ya no nos quede ni París.

Te invito a entrar en mi vida todas las veces que tú quieras. Puedes entrar y pasar como si nada, o puedes pasar y dejarlo todo patas arriba (para no variar). Y es que ya sabes que me siento irreversiblemente enamorada de la vida. Y, ¿por qué no? De ti puede que tambien.

No hay comentarios:

Publicar un comentario