Dejar atrás todo lo que realmente no vale la pena... Eliminar lo malo y centrarse en lo que realmente es útil. Cuestionarnos si de verdad es necesario mirar la cara oscura de la moneda, si realmente nuestra vida es tan difícil o nosotros la hacemos más difícil de lo que podría ser.

Objetivos que son fáciles de plantear pero difíciles de ejecutar.
Yo, por lo pronto, empezaré descansando y creyendo y que algún día lo conseguiré.